Vestido de seda Yves Saint Laurent rive gauche. Estampado de cuadros sobre fondo negro. Detalles de puños y cuello en terciopelo. Prenda de principios de los años ochenta. Talla 38.
Medidas:
33 centímetros cintura.
45 centímetros axila.
128 centímetros largo.
La marca Yves Saint Laurent se fraguó en 1961, tras el paso del modisto francés que le dio su nombre por la dirección creativa de Christian Dior. Y lo hizo con el firme propósito de acercar la moda a la calle y a la juventud.
En 2002, Saint Laurent se despidió de la moda. En los cuarenta años que el diseñador estuvo al frente de su marca, dotó a la indumentaria femenina de vida, líneas rectas y elegancia, sacó la moda a la calle, y entronizó y refinó prendas históricas como el chaquetón, el esmoquin, la túnica, el blusón marinero, el trench o la sahariana.
Gran coleccionista de arte, Yves Saint Laurent tuvo el honor de protagonizar la primera exposición retrospectiva a un modisto vivo en el Met de Nueva York. Sin embargo, su vínculo con el arte y la cultura no acabó ahí. En 1965 presentó los vestidos Mondrian, una prenda diurna y de lana que evocaba la obra del pintor neerlandés; al año siguiente las prendas basadas en el Pop Art; creo el vestuario para un sinfín de películas y otras tantas obras de teatro, e hizo referencia, en casi todas sus colecciones, a grandes nombres de la cultura europea.
El 65 fue también el año en que abrió su primera tienda de prêt-à-porter bajo la etiqueta de Saint Laurent Rive Gauche, una línea que se desarrolló marcada por la liberación sexual y las revueltas estudiantiles, y en la que confluían referencias a los Beatles, Kennedy, Warhol y a otras revoluciones de la época sin las que no se podría entender el estilo Saint Laurent pero sin el que, probablemente, todas ellas no habrían sido lo mismo.
En el 71 consolidó el blazer y el traje de chaqueta a rayas en una colección que marcó un antes y un después. También lo hicieron la colección basada en China, la inspirada en África, la que lo hacía en Picasso, en Matisse, en el cubismo, etc.
Con todo ello, Yves Saint Laurent dominó los sesenta y los setenta, y dedicó los ochenta a confirmar y depurar su estilo basado, principalmente, en la intención de dotar a la mujer de libertad, equiparando su vestimenta a la de los hombres.
Su gran musa durante tres décadas, la actriz francesa Catherine Deneuve, aseguraba: “Cuando te vistes con una creación de Yves Saint Laurent, inmediatamente comienza una experiencia sensual”. A lo que añadía, al hilo de su intención con respecto a la experiencia femenina: “Quiere despojarlas, envolverlas en el placer de sus vestidos, protegerlas”.